Propiedad intelectual: fundamental en la competitividad
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Kathleen Barclay
Esta semana se celebrará el Día Mundial de la Propiedad Intelectual, lo cual para muchos chilenos puede pasar inadvertido, pese a que la Organización de las Naciones Unidas lo instauró hace ya 15 años. Pero lo que me parece más preocupante es el poco conocimiento y conciencia del valor de la propiedad intelectual que existe en la sociedad chilena. No está internalizado que una buena idea es un activo que puede llegar a ser el principal capital y motivo del éxito de una empresa. Y si eso se multiplica, la economía crece y se diversifica, transformándose en un motor del desarrollo y generador de bienestar para la población.
Cuesta hablar de la propiedad intelectual en su forma tradicional si en las compañías chilenas se tiende a focalizar la discusión en el alcance que debe tener una patente o la fuerza coercitiva de las instituciones para imponer monopolios. Esto lleva a omitir los aspectos más relevantes de la propiedad intelectual, como es el ser habilitador de nuevos negocios y la consecuente generación de nuevas innovaciones incrementales.
Por ello, hay que dar un giro a la conversación y poner el énfasis en el hecho que la correcta protección, educación y valoración de la propiedad intelectual incide directamente en el aumento de la competitividad del país. Esto porque se desarrolla una cadena virtuosa: primero se genera una buena idea que da vida a un emprendimiento, la cual si está legalmente protegida tiene el potencial de crecer y abrirse a nuevos mercados más allá de las fronteras del país, lo cual traer retornos económicos y desarrollo a Chile.
Lo anterior es sumamente relevante dada la creciente internacionalización de los negocios y a que las tecnologías han convertido el mundo en una plataforma común, lo que hace necesario contar con regulaciones similares en esta materia. Esta situación es aún más trascendente en países como Chile, donde parte importante de sus exportaciones son commodities y materias primas, pues la valoración y protección de la propiedad intelectual dará a los emprendedores competitividad y cobertura global, además de ser un paso necesario para llevar al país al próximo nivel de desarrollo.
El pasado fin de semana, tuve el privilegio de conocer la posición de liderazgo que tiene Chile en astronomía durante una visita al telescopio más grande del mundo, ALMA, en el norte del país. Esta iniciativa global ofrece a Chile la oportunidad de ser líder también en el desarrollo de nuevas tecnologías que resultan de la exploración del universo, una oportunidad parecida a la que tomó EEUU cuando decidió llegar a la luna.
Asimismo, ayer empezó en Chile el panel de selección internacional de Endeavor y es destacable que la gran mayoría de los emprendimientos de alto impacto en este evento involucran negocios, en los cuales la protección de la propiedad intelectual es un factor crucial.
Es importante considerar que Chile ya cuenta con destacados ejemplos, como Crystal Lagoons, que ofrece una tecnología única en el mundo y patentada a nivel global, que le ha permitido crecer a todo el mundo.
Para poder multiplicar emprendimientos como éste y abrir nuevas oportunidades para innovadores chilenos es que se debe proteger la propiedad intelectual. En esta línea es en la que ha estado trabajando el Comité de Innovación y Propiedad Intelectual de AmCham Chile, abordando este tópico de manera más integral, buscando generar conciencia de este tema en el sector privado y formar a las nuevas generaciones. Por ello, el año pasado lanzamos el concurso de nanometrajes "Tu Creación Vale", con el objetivo de promover entre los jóvenes la importancia de la innovación y la creatividad. Ayer esta iniciativa recibió el premio IP Champions 2015 en Washington entregado por el Intellectual Property Center del U.S. Chamber of Commerce. Ello nos motiva aún más a realizar la segunda versión de este concurso este año y esperamos motive también a los jóvenes a participar.
El aporte que puede hacer al desarrollo y competitividad del país una correcta protección de la propiedad intelectual no está en duda, por lo que ahora el desafío es generar mayor conciencia de esta situación y avanzar en este camino mediante un trabajo de cooperación del sector público y privado, ya que es lo que amerita un desafío de esta envergadura.